10 octubre 2013

SAN VALENTÍN MON AMOUR

Día de San Valentín, veo la fiebre de todos los enamorados por intentar encontrar un regalo para su amada u amado, todos se saludan diciendo feliz día, yo no creía en Este particular día hasta que me ocurrió lo más raro que podáis imaginar.

Como no creía en ello pero como también me doblego a la fiebre consumista me dirigí a un centro comercial a la búsqueda de un regalo de las tres b, es decir, bueno, bonito y barato, entré en muchas tiendas, no sabia que es lo que buscaba, en una tienda de ropa interior hice para mi vergüenza el típico gesto de poner las manos intentando demostrar el tamaño de los pechos a la dependienta, infructuosamente esta dependienta las tenia mas grandes y ¿como decirle que deberían ser la mitad o un poco más?, opté por dejarlo correr y me fui a otra tienda. Entré en una de perfumes y pedí el que creía que le gustaba, es decir el de siempre, la dependienta me dijo que ya no se hacía con lo cual me desesperé, era linda la dependienta, con unos ojos maravillosos, viéndome tan decaído , he de hacer constar que no era por pena sino por suponer que aún me esperaban horas de búsqueda del regalo, como decía me dijo que las que buscaban ese perfume ya que no estaba se llevaban otro y me dio a olerlo, obviamente le dije póngalo y así acababa mi búsqueda.
Salí de la tienda y al rato entré en una de ropa de esas que tienen ropa tanto de hombre como de mujer, ví un traje y me dispuse a probarlo, al llegar a los probadores estaban todos ocupados, uno tenia la cortina medio abierta y se veía la espalda y lo que no es espalda de una chica, un cuerpo que me tenia embelesado, ella en un momento dado se giró y ví su cara, era ella la dependienta de las colonias, ella me reconoció se sonrió y continuó haciendo lo que estaba haciendo, es decir probándose ropa. No había acabado ella cuando se quedó libre otro probador y entré, estaba con los pantalones abajo y apareció su cara en el filo de la cortina sonriéndome, me miró de arriba abajo y me dijo, “me voy ya, si quieres dentro de media hora en el bar y nos tomamos un café”, le dije que encantado, que media hora, que de nervios, al final el café fue lo que prometía ser, algo maravilloso, de ahí quedamos para cenar y así estamos desde entonces, ¿ No es verdad amor que la casualidad nos unió?.

Ella se reía y dijo, no la verdad es que debo confesarlo después de tantos años, no fue tal como lo cuentas. Yo te vi, intentabas buscar un perfume para tu novia o mujer o lo que fuera, la verdad me gustaste y me pareció que no eras feliz y me dije ¿Por qué no? Así que te recomendé mi perfume, después cuando te vi salir pensé que intentaría abordarte de alguna manera y cuando vi que entrabas en la tienda de ropa de enfrente me decidí, fue fácil y caímos los dos. Desde entonces siempre me dice él

¡Mañana es San Valentín! ¡Mon Amour!