10 octubre 2013

Detrás de la carretera

Andamos todos por esta carretera de la vida a diferentes velocidades, unos despacio, otros rápido, algunos se paran mucho y otros van por la vida sin mirar atrás ni una vez.
¿Por qué digo esto os preguntaréis? Por lo que me pasó una mañana, al ir a montarme en el auto pensé hoy quizás sea un día especial y realmente lo fue, al ir hacia el trabajo sufrí un pequeño accidente, casi sin importancia pero eso no es lo extraordinario, lo extraordinario fue lo que ocurrió después. Resulta que la artífice de mi pequeño accidente fue una chica, cuando se bajó de su auto la vi, era una mujer hermosa, joven, con unos rasgos y una forma de actuar, que a pesar de haberme dado un golpe por detrás, aparentaba toda dulzura. Di gracias a Dios por haber hecho que fuera ella y no cualquier tipo con bigote o sin el pero menos agraciado. Apartamos los autos, y nos reunimos para darnos los datos, a ella le dolía el cuello y a mi también, en esto llegó un policía de tráfico, y una vez rellenos los papeles y viendo que a ambos nos dolía el cuello nos recomendó que dado que había un hospital cerca que no estaría de más que nos acercáramos y comprobáramos que estábamos bien. Bueno pues con las mismas nos fuimos uno detrás del otro para el hospital, aparcamos nuestros vehículos y entramos por la puerta de urgencias. Una vez dentro nos preguntaron, contamos lo sucedido y nos llevaron a sendas camillas en dos boxes uno cercano al otro, allí nos dijeron que nos quitáramos la ropa y que nos pusiéramos las famosas batas de hospital, si, si esas que te pones y quedan abiertas por detrás y enseñas el lugar donde la espalda pierde su casto nombre. Nos hicieron la consabida radiografía, y en mi caso comprobaron que no tenía nada a ella tampoco. Bueno nos fue bien, hablamos, nos contamos cosas y al final nos dimos los teléfonos para poder quedar un día.

Ese número sigue estando ahí, no me atrevo a llamarla, alguna vez he llamado y a la segunda señal he cortado, se que a ella le ocurre igual porque he recibido un par de llamadas perdidas de su número. De eso han pasado tres días, quizás si la llamo muy rápido pensará que ando ansioso y si tardo mucho quizás se olvide, hoy la volveré a llamar y quizás, quizás ……