La Experiencia perdida

Todos tenemos buenos y malos momentos, todos sabemos cuanto hemos sufrido por amor o por desamor, pero no todos tenemos la suerte de volver a encontrarnos con el primer amor.
A mi me sucedió no hace mucho, bueno creo que debería contarlo desde el principio, así sucedió, yo con mis doce años quedé totalmente enamorado de una chica rubia, ojos azules como el mar y una sonrisa embriagadora, pero claro yo en esa época estaba pasado de peso y en plena revolución hormonal, en resumidas cuentas estaba feo. Como ya sabéis, la bella y la bestia no es una historia nueva, lo que ocurrió era lo que debía ocurrir, le envié un poema y otro y otro más y a los pocos días toda la clase sabía que ella tenia un enamorado secreto. Por suerte no sabían que era yo, ella lo averiguó pronto, eso si tuvo la decencia de solo decírselo a sus amigas. Pasaron los meses, acabó ese curso y con el curso y el verano yo adelgacé y comencé a parecer más persona. Pero yo no dejé de estar enamorado de ella, a la vuelta a las clases y ya en el último año todo comenzó a cambiar, ella me miraba de otra forma y al final conseguí que ella se enamorara de mi. Pasaron los pocos meses, unos meses felices, pero como todo en esta vida no dura lo nuestro solo duró lo que duró el curso, al curso siguiente íbamos al instituto y para mi desgracia ella se trasladaba a otra ciudad de un día para el otro. El caso es que tal y como llegó mi felicidad se fue. Perdimos el contacto y en aquellos años no había móviles ni Internet.
Han pasado los años y el otro día me la crucé, nos quedamos parados, nos miramos, y nos reconocimos, quedamos para vernos y cenar, y durante esa cena hablamos horas enteras, recordando aquellos tiempos y lo que hubiera podido ser y no fue. Al final de la velada, al llevarla a casa nos dimos un beso, solo un beso pero me recordó a los de antaño, por algo fue mi primer amor, y yo el de ella. No nos hemos vuelto a ver pero el recuerdo de ese beso no se borrará como el recuerdo de un tiempo pasado que ya no volverá.