10 octubre 2013

Aquel loco verano, este loco verano

¿Cuando fue?, Hace tanto ya, pero a la vez está tan reciente y tan vívido que puedo deciros como ocurrió todo.
Verano, lugar una de las playas de la costa catalana en España, yo ese año y gracias a unos contactos iba a convertirme en discjokey de una de las discos mas concurridas de esa famosa población. La primera noche fue rara, apenas me enteré de si pinché bien o mal, estaba como flotando, lo único que recuerdo fue que al final de la velada el dueño me felicitó. Cada noche me encontraba rodeado de chicas y cada noche ligaba, hasta que una noche la vi, quizás la mujer más hermosa que había visto desde hacía mucho tiempo, pero como ella no se acercó a mi nada pude hacer. Al día siguiente la ví en el camping donde tenía la caravana para dormir, dispuesto a todo la seguí, vi donde estaba su caravana y me marqué un plan infalible para conquistarla, esa tarde armado de mi guitarra me fui a la playa que quedaba frente a su caravana, y me puse a tocar, poco a poco se fueron acercando chicas y chicos y fuimos cantando de todo, al final ella también se acercó y se quedó mucho rato, cuando ya había anochecido me despedí de todos y me dirigí a mi roulotte, tenía que prepararme para mi trabajo placer en la disco. Estaba sentado cenando cuando la vi a ella y a una amiga paseando, ¿estaba buscándome?, obviamente si porque al verme se rieron y al pasar me saludaron, era la señal, todo el mundo sabe que si sonríes al otro es como decirle, ¡te pillé y cuando quieras me hablas!, yo acabé de cenar y me dirigí hacia la disco, ella estaba en un banco esperando, ¿esperándome a mi?, ¡si así era!. Esta vez no se me escapaba, me acerqué a ella y le hablé en inglés, le expliqué que iba a la disco a hacer de pinchadiscos, que si quería venir yo la pasaría sin pagar, y ¡me dijo que si! fue un Oui en francés porque ella era de Bélgica. Que días, que maravilloso es el amor de verano, fueron unos maravillosos diez días, el último día me dio su dirección, yo le di la mía y sus ultimas palabras fueron, ¡nunca te olvidaré!.

Que duda cabe que ese verano fueron muchas las chicas que conocí, fueron muchos ligues casuales de una noche, con sexo, pasión y deseo, muchas las aventuras y muchas las peripecias que ocurrieron, teníamos 18 años, eso es asunto para hablar otro día.

Hace una año volví a ir a aquel camping, en verano, y paseando recordé aquel rincón de la playa, al acercarme vi a alguien, una mujer, y al mirarnos ella me dijo ¿Javier? Y yo ¿Karine? , nos reímos como locos, pero también había cierta nostalgia cuando, los dos como tontos, nos pusimos a recordar aquel verano. Comimos juntos con nuestras parejas y salimos varias veces juntos. Al final, el día que se iba, me besó en la mejilla, y me susurró al oído, ¡nunca te olvidé, fuiste mi primer amor!, yo también le confesé que tampoco la había olvidado. Tengo su email y su Messenger, pero no creo que volvamos a hablar, hay cosas que es mejor dejarlas como un buen recuerdo y no enturbiar esos sentimientos con la realidad de la vida, es más bonito recordarla como aquel amor de verano.

La vida está hecha de recuerdos buenos, malos, dulces y amargos, tristes y alegres, este loco verano tu serás uno de esos recuerdos, tristes, alegres, dulces y dolorosos, pero un recuerdo vivo y maravilloso.