10 octubre 2013

PERDIDO EN UN RIZO DE TU CABELLO

Subo, bajo, me deslizo, vuelvo a caer , me hallo enredado voluntariamente en uno de tus rizos. Tu que nada querías saber de mi, tu que decías, ¡Míralo es como los demás! , ahora me dejas disfrutar de tu lindo cabello, mientras en penumbras nuestros cuerpos se enredan en mil abrazos de ternura y sensualidad.

Quién te iba a decir que después de haberte enamorado de aquel tipo tan varonil caerías en los brazos de este servidor, yo que no soy nada atlético, que mi cuerpo es una oda a los deportes de sillón, pero como siempre dije mis mejores músculos son el cerebro y el corazón, y creo que ellos son los que te conquistaron.

¿Que puedo decir de ti?, ¿que te conocí cuando tu corazón lloraba por el amor perdido?, ¿ que apenas me vistes te reíste con mis gansadas y mis malos chistes?, mas bien diré de ti que eres una mujer seria, mas de lo debido para tu edad, que aunque siempre andas con la sonrisa puesta en tu interior hay mucha tristeza por todos los soles y las galaxias que no has podido recorrer, más bien diré de ti que tienes en la mirada marcadas las estrellas que siempre buscas por la noche intentando averiguar que te depara el futuro. Ni que decir cabe que eres hermosa, al menos para mis ojos, para estos ojos que cansados de ver se quedaron cegados por ti. Todos podemos añorar lo que se ha perdido pero a veces tu añoras lo que aún no has conocido,
Dices que me añoras y no sabes que yo en cada instante, en cada respiración te vivo, que cada parte infinita de mi ser es porque tu estás ahí, cerca o lejos, estés donde estés. Cuando escribo algo sobre ti apenas se entiende nada, solo hay nostalgia de respirar tu aire, de ver brillar tus ojos.

Subo, bajo, me enredo cada día mas en ese mechón de tu cabello, ese que me distes un día y que nunca me cansaré de mirar, ni de oler, ni de acariciar, ya apenas recuerdo si era liso o ondulado, este está ondulado quizás de anillarlo a mis dedos, que pena que no esté pegado al resto, así podría seguir acariciándote.

Subo, bajo, me enredo, vuelvo a subir en ese mechón de tu cabello y siempre una lágrima recorre mis mejillas, ojala pudiera volver a verte junto a mi.